La historia de la educación occidental la considera la mayor educadora científicamente progresista que obtuvo reconocimiento en Europa y el mundo en el siglo XX. Montessori era una asistente médica (entre 26 y 28 años) cuya principal responsabilidad era tratar a niños con retraso mental. En aquella época, Italia mantenía a niños con retraso mental y a pacientes con enfermedades mentales en un manicomio. No había juguetes en la habitación ni nada que los niños pudieran agarrar y operar; el gerente tenía una mala actitud. Montessori sentía una profunda simpatía por la difícil situación de estos niños. A través de la observación y la investigación, sintió profundamente que este tratamiento médico sólo podría acelerar el deterioro de la inteligencia de los niños.
Desde entonces, se ha interesado por el tratamiento y la educación de niños con retraso mental y está decidida a utilizar su sabiduría para ayudarlos. Para encontrar un método educativo adecuado para niños con retraso mental, Montessori estudió cuidadosamente las ideas y métodos educativos del médico francés Liu Yutong y del belga Seguin. Ella personalmente tradujo sus trabajos y los copió para profundizar su comprensión. Liu Yitong y Segan fueron figuras famosas que entrenaron a niños con defectos psicológicos en el siglo XIX. En 1900, Liu Yitong trató a un "niño lobo" (un niño de Aviñón) que creció en el bosque después de haber sido abandonado en sus primeros años. Segan heredó la carrera de Liu Yitong y propuso el "método de educación fisiológica", que abogaba por el entrenamiento sensorial de niños con discapacidad física y retraso mental para que desarrollaran plenamente sus funciones fisiológicas, promoviendo así el desarrollo de su inteligencia y personalidad. Montessori consideró que esto era el precursor de la "pedagogía científica".
En 1898, Montessori pronunció un discurso titulado "Educación espiritual", exponiendo las ideas y métodos educativos para niños con retraso mental. Considera que "la discapacidad intelectual de los niños es principalmente un problema educativo, no un problema médico" y pide a la sociedad que permita a los niños con discapacidad intelectual disfrutar del mismo derecho a la educación que los niños normales. Montessori descubrió que el nivel de inteligencia de los niños con retraso mental es generalmente peor que el de los niños normales de la misma edad, pero comparten muchas características con los niños normales más pequeños, como el desarrollo sensorial incompleto, los movimientos descoordinados, la marcha inestable y la incapacidad para tomar sin ropa, incapacidad para dominar el lenguaje, dificultad para concentrarse, etc. Por lo tanto, cree firmemente que los métodos educativos diseñados para niños con retraso mental también pueden aplicarse a niños normales y lograrán resultados más significativos. Entonces decidió dedicarse a la educación de niños normales. Montessori cree que los niños tienen un impulso innato de aprendizaje y una gran capacidad para aprender y absorber el entorno que los rodea, lo que les permite explorar continuamente el entorno desde el nacimiento. Bajo la influencia de este impulso interno, a medida que los niños se vuelven cada vez más competentes en el uso de su cuerpo, exploran una gama más amplia de su entorno. La experiencia adquirida durante el proceso de exploración será absorbida y se convertirá en la base para actividades de aprendizaje inteligente de nivel superior en el futuro. La felicidad y la sensación de logro obtenidas durante la exploración respaldarán la exploración posterior del niño en un ciclo positivo, formando confianza en sí mismo; , positividad, independencia e iniciativa. Excelentes cualidades de personalidad. Por esta razón, Montessori aboga por no restringir ciegamente la libertad de movimiento de los niños, sino preparar al máximo un entorno para que los niños se muevan libremente (hogares infantiles y material didáctico Montessori). Este entorno debe apoyar la exploración y el desarrollo libres de los niños, alimentar la curiosidad de los niños, formar rasgos de personalidad positivos y brindarles un marco y una base básicos para el aprendizaje futuro.