Un discurso, también llamado “discurso”, es un borrador escrito que se prepara antes de hablar en una ocasión especial. Su función es ahorrar tiempo, centrarse en el tema y hablar con eficacia, para no salirse del tema o decir algo incorrecto. Propósito: Los discursos se utilizan ampliamente y se utilizan principalmente para expresiones orales, como reuniones grandes y pequeñas, grabaciones de radio, grabaciones de televisión, etc., también pueden publicarse en periódicos y distribuirse como "discursos escritos".
Los artículos son para que la gente los lea y los discursos son para que la gente los escuche. Un artículo que parece agradable a la vista puede no necesariamente parecer agradable al oído; es posible que otras personas no entiendan las oraciones que parecen claras y comprensibles cuando se pronuncian. Puedes leer el artículo varias veces y leer cualquier frase que no entiendas. Si escuchas a otros hablar en una reunión, no puedes permitir que otros lo digan una y otra vez, repitiendo el mismo contenido. El discurso es una frase tras otra. Si no puedes entender el significado de la frase anterior, la siguiente será difícil de entender. Como resultado, cuanto más hablas, menos escuchan los demás. Por lo tanto, escribir un discurso consiste en capturar las dos características de popularización y japonización del discurso. El discurso debe ser popular, es decir, debe satisfacer las necesidades de audiencia y el nivel de aceptación de la audiencia, y debe ser fácil de entender y aceptar para otros. Sabemos que cuando escuchan un informe, la audiencia solo puede usar su oído, no pueden ver los objetos físicos ni el entorno, y es difícil conocer la imagen específica. Sólo la descripción o explicación del orador puede hacer que la audiencia resuene emocionalmente. poder persuasivo de la lógica. Por tanto, el discurso popular puede suplir la falta de visión. Además, lo popular no puede entenderse como vulgar. Requiere que el lenguaje sea sencillo y natural, sin amontonamiento de conceptos ni pretensiones. El discurso debe pronunciarse de manera coloquial, es decir, el manuscrito escrito agradará a los ojos y oídos de los demás. Su lenguaje es breve y conciso, vívido, vívido y concreto. No solo otros pueden entenderlo, sino que también pueden quedar profundamente impresionados y recordados.