Texto:
Esta tarde, vine al campo de colza y miré las hermosas flores de colza.
De repente encontré una cosa negra pegada a una flor de colza. Miré más de cerca y vi que era una abeja recogiendo miel.
Esta abeja tiene sólo el tamaño de la punta de nuestro dedo meñique y es de color amarillo terroso. Tiene dos bolas de color amarillo claro en su cintura, como dos pequeñas carteras.
A medida que siga recogiendo polen, estas dos "pequeñas carteras" se harán cada vez más grandes. Resulta que esta es su canasta de polen y en ella se almacena el polen recolectado. Las abejitas siguieron recogiendo polen, pero no lo comieron inmediatamente, sino que planearon llevarlo de regreso a la colmena. No vuelve a la colmena hasta que las dos cestas de polen ocupan sólo un tercio de su cuerpo y no pueden contener otro polen. Debes estar agotado hoy y es hora de descansar bien. Creo que ya no debería salir a recoger miel.
Pero el hecho superó mis expectativas. A los pocos minutos, las abejas salieron volando de la colmena y vieron que la cesta de polen estaba plana y se movía más rápidamente. Vuela de regreso a la flor de colza y recoge el polen con cuidado. Después de recoger el polen, vuela sin parar de regreso a la colmena y sigue volando así, sin parecer cansarse.
Mi encuentro inesperado con las abejas esta tarde me dio una comprensión más profunda de las abejas aparentemente pequeñas. ¡Los esfuerzos de las abejas son verdaderamente bien merecidos y vale la pena aprender de ellos!