La educación sexual no se limita sólo a la adolescencia, sino que también permite a los niños sembrar las semillas adecuadas en sus corazones desde una edad temprana, integrarlas en las conversaciones diarias y hacer de la educación sexual parte de la vida.
El lenguaje es oro como puente de comunicación.
Usar un lenguaje apropiado para explicar los misterios del cuerpo a los niños, para que los niños crezcan en comprensión y ya no se sientan confundidos.
Enseñar a los estudiantes de acuerdo con sus aptitudes y obtener lo que necesitan.
Proporcionar a los niños de diferentes edades la información y los conocimientos adecuados para garantizar que absorban la esencia en lugar de sobrecargarlos.
Educación emocional y protección mutua.
Enseñar a los niños a respetar los deseos de los demás, protegerse a sí mismos y al cuerpo de los demás y dejar que el amor y el respeto vayan de la mano.
Afrontarlo con valentía, sin miedo a la confusión
Cuando los niños se enfrentan a la confusión, deben dar respuestas a tiempo, afrontar el problema con valentía y no huir.
Comunicarnos y crecer juntos continuamente.
Mantener una comunicación abierta con los niños, escuchar sus voces y confusiones y hacer de la educación sexual un socio que acompañe el crecimiento de los niños.