La gente suele decir que mi padre me ama como a una montaña, pero en mi opinión, el amor de mi padre por mí no es tan estricto como una montaña, sino a veces tan suave como el agua.
Mi padre es un hombre educado y noble. Aunque no es tan rico como otros padres, todo lo que hace por mí definitivamente no es peor que el de otros niños, o incluso mejor.
Siempre que hablo de mi padre no puedo evitar llorar. Suele estar muy ocupado en el trabajo, pero pase lo que pase, insiste en saludarme sobre mi estudio y mi vida todos los días. Siempre que tengo un problema con mis estudios, él se toma un tiempo de su apretada agenda para darme clases particulares. Desde la escuela hasta ahora, nunca ha faltado a todas las reuniones de padres y maestros. Una vez dijo: "No importa lo ocupado que esté, mis hijos siempre son mi primera prioridad".
Todos los fines de semana voy a donde trabaja mi padre. A veces, cuando llego, lo veo trabajando y no soporto molestarlo. Solo miré a mi padre anciano, con un poco de pelo blanco en las sienes, y no pude evitar llorar. Me duele ver ese cuerpo cada día más delgado. Recuerdo cómo mi padre lo superó.
Y mi amor por mi padre es más importante que el amor de mi madre. Mi padre ha sido una parte integral de mi vida desde que era niña. Él es mi buen maestro en el estudio y mi buen amigo en la vida. Si me equivoco, su primera reacción no es pegarme ni regañarme, sino enseñarme con calma. No importa lo que hice mal, él exploraría el problema por sí mismo y luego me educaría. Él presta atención a todo sobre mí, por eso es muy estricto conmigo. Pero no lo odio, porque mi padre se preocupa por mí y tiene miedo de que me extravíe.
Estoy orgulloso de mi padre. Concede gran importancia a la imagen en la vida. Entonces su ropa está limpia. Una vez dijo: "La imagen de una persona representa la cualidad de una persona".
Han pasado más de diez años y mi amor por mi padre se ha profundizado. También sé muy bien que nadie puede ocupar su lugar en mi vida.
Padre, no te preocupes, no decepcionaré tus expectativas. Al crecer, todavía recuerdo claramente el camino a casa.
La respuesta es difícil, espero que la aceptes, ¡gracias!