1. Dificultad gramatical: la gramática española es relativamente sencilla y el vocabulario y la estructura sintáctica son relativamente consistentes. Por el contrario, la estructura gramatical del japonés es más compleja e incluye tiempo, voz, honoríficos, etc., lo que requiere que los alumnos dediquen más tiempo y energía para dominarla. Así que el español probablemente sea más fácil de usar desde una perspectiva gramatical.
2. Dificultad de pronunciación: las reglas de pronunciación en español son relativamente consistentes y los principiantes pueden dominar rápidamente las habilidades básicas de pronunciación. Por el contrario, la pronunciación japonesa es más difícil para los hablantes no nativos, especialmente la distinción entre sílabas y fonemas. Entonces, desde la perspectiva de la pronunciación, el español probablemente sea más fácil de usar.
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