Hu Shi tiene tres beneficios al estudiar. Uno lee por la noche. Sólo en plena noche, cuando todo el mundo está en silencio, la lectura puede no sólo estar en buenas condiciones, sino también ser eficiente. El segundo es ir al baño y leer en el coche. Por supuesto, estos dos no son los únicos, muchos estudiosos tienen este hábito. La cuestión es que sólo hay un puñado de personas que pueden defender estas dos virtudes desde la juventud hasta la vejez. El tercer beneficio es que la lectura facilita la coherencia. Si no terminas un libro, nunca leerás el siguiente. Hu Shi decía a menudo que la lectura no sólo debe ser "amplia" sino también "fina". Mirar las cosas que tienes en las manos o las que están en el armario no es una buena actitud hacia la lectura.
Hu Shi sabía que muchos hábitos de lectura eran malos para el cuerpo, pero nunca cambió. En sus últimos años, Hu Shi a menudo se olvidaba de la comida y el sueño y leía casi diez horas al día. Como resultado, Hu Shi desarrolló graves problemas de salud por permanecer sedentario durante tanto tiempo, desde enfermedades cardíacas hasta problemas gastrointestinales. En el momento más crítico, Hu Shi sufrió un infarto, pero afortunadamente fue rescatado más tarde. Es lógico que después de este robo, debamos "arrepentirnos". El segundo día de la operación, su asistente entró en la sala y encontró a Hu Shi leyendo un libro. El hospital quería prohibirle a Hu Shi estudiar, pero él siempre se negó. Más tarde, con la persuasión de todos, Hu Shicai aceptó a regañadientes no leer libros demasiado profundos, sino algunos periódicos y publicaciones periódicas ligeros. Durante esos pocos días en el hospital, las manos del Maestro Hu nunca se apartaron de su costado. Este espíritu de lectura amorosa conmovió mucho a la gente del hospital en aquel momento. Fue precisamente gracias a esta persistencia y tenacidad en el estudio que Hu Shi eventualmente se convirtió en un gran erudito.