He visto muchas películas sobre la juventud, en las que los protagonistas masculinos y femeninos son como nosotros. Todos están en su mejor momento. Lucharon por sus ideales, lucharon, fueron obstinados e incluso se arrepintieron, pero persistieron. Después de la tormenta, siempre ven el arcoíris y todos se convierten en pequeños soles en sus corazones, brillando intensamente. ...
Y yo, una chica común y corriente de secundaria, estoy a punto de enfrentar la gran prueba del examen de ingreso a la escuela secundaria, que puede considerarse como un desafío para mi juventud. No temo ni evito los desafíos.
Solo faltan más de 20 días para el examen de ingreso a la escuela secundaria. De repente, siento que el tiempo me da vértigo y no puedo detenerme en absoluto. Incluso agrega un catalizador para que pase más rápido. Los estudiantes parecieron volverse sensatos de repente y comenzaron a escuchar atentamente en clase. Incluso los estudiantes ruidosos permanecerán en silencio y escucharán atentamente al profesor. Después de clase, todavía estaba muy tranquilo. No había discusiones ni ruidos. Sólo se oían las voces de los estudiantes discutiendo los problemas, que eran muy claras y hermosas. La más popular es la oficina del profesor. La larga cola de estudiantes frente a la oficina todos los días es suficiente para mantener ocupados a los profesores. Aunque estaba ocupado, estaba muy feliz porque los maestros sabían que estas flores competían desesperadamente por florecer frente a él. Al mismo tiempo, los estudiantes también completaron sus listas de voluntarios y establecieron sus metas. No tienen que pensar en nada. Simplemente trabajan duro, luchan y luchan para hacer realidad sus sueños.
En vísperas de la prueba de acceso a bachillerato, es necesario tener un registro de compañeros. Tan pronto como llegué a la escuela esa mañana, vi el expediente de un compañero de clase que ya había encontrado su lugar en mi escritorio. Al mirarlos, sentí una punzada de tristeza en mi corazón. Todas las alegrías y tristezas del pasado han dejado sólo estas hojas de papel en blanco. Cuando cogí el bolígrafo, lo sentí pesado en la mano y no sabía por dónde empezar.
Mirando hacia atrás, al principio, tuvimos una gran pelea por algunos asuntos triviales. Porque una palabra de un buen hermano o de una buena hermana puede pasar por el fuego y el agua. ¿Por qué cuando más queremos confiar unos en otros, nos separan sin piedad? Sí, el tiempo se ha ido para siempre, pero es demasiado corto para que podamos cambiar algo. Sólo podemos apreciar lo que tenemos ahora, apreciar nuestra juventud y vivir el presente. ......