China es la ciudad natal del té. Se dice que el descubrimiento y utilización del té por parte de los chinos comenzó en la era Shennong, hace al menos 4.700 años. Hasta ahora, el pueblo Han todavía tiene la costumbre de beber té como regalo. Como escuela clásica de la cultura del té china, el té Kung Fu condensa la esencia de la cultura de la ceremonia del té china y ha sido seleccionado como patrimonio cultural intangible nacional como representante de la ceremonia del té china.
En 2022, las técnicas tradicionales de preparación del té y las costumbres relacionadas de China se incluirán en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. La cultura del té china tiene una larga historia y es extensa y profunda, incluyendo no sólo el nivel de cultura material, sino también el nivel de civilización espiritual profunda. El "Clásico del té" de Lu Yu, escrito por Lu Yu en la dinastía Tang, sonó el toque de clarín en la historia de la cultura del té china. Desde entonces, el espíritu del té ha penetrado en la corte y la sociedad, así como en la poesía, la pintura, la caligrafía, la religión y la medicina chinas.
La historia de la cultura del té
China es la ciudad natal del té, con una larga historia de cultivo del árbol del té, una estricta etiqueta de adoración al té y costumbres únicas de consumo de té. Desde la era Shennong, el consumo de té en China tiene una historia de más de 4.700 años. La ceremonia del té tiene una relación predestinada y existe desde la antigüedad. Tratar a los invitados y servir té es la primera virtud y etiqueta tradicional del pueblo Han en China. Hasta el siglo XXI, los huéspedes siempre tienen que prepararse una taza de té aromático al llegar a casa. Las celebraciones también se celebran con refrigerios. La fiesta del té es sencilla, económica, elegante y solemne.
La llamada amistad entre caballeros es tan ligera como el agua también hace referencia al té con una agradable fragancia. El pueblo Han también tiene varias costumbres de utilizar el té como sustituto de los regalos. En Hangzhou, la capital de la dinastía Song del Sur, cada familia preparaba té nuevo durante el largo verano, lo combinaba con una variedad de frutas finas y lo presentaba a familiares y amigos, lo que se llamaba Siete Tés. La costumbre es poner dos aceitunas o kumquats en una taza de té, lo que significa buena suerte durante el Festival de Primavera.