La comida de los caracoles incluye verduras, frutas y humus, y se mueven muy lentamente, pero en momentos críticos, los caracoles también pueden mostrar velocidades sorprendentes. Los caracoles tienen bocas poderosas que les permiten masticar y digerir los alimentos. Los caracoles juegan un papel importante en el ecosistema. Ayudan a controlar las poblaciones de plagas, descomponen el humus y aumentan la fertilidad del suelo.
Los caracoles tienen un significado simbólico cultural en muchos países y regiones. En Francia, por ejemplo, los platos de caracoles se consideran un manjar porque se cree que los caracoles son ricos en valor nutricional. En otros países, el caracol también se considera un símbolo de coraje y resistencia. Por ejemplo, en Italia, la gente talla la imagen de un caracol en monedas para animar a la gente a tener perseverancia ante las dificultades. Como animal beneficioso, los caracoles no sólo hacen importantes contribuciones al medio ambiente, sino que también tienen ricas connotaciones culturales. Deberíamos prestar atención a proteger a los caracoles y reducir los daños a su hábitat para garantizar la supervivencia de esta especie.