Conviértete en el arbolito más frondoso
Si no puedes convertirte en un pino gigante en la cima de la montaña, serás el arbolito más frondoso del valle. Cada uno tiene sus propias características y ventajas. No siempre te compares con los demás. Desarrolla todo tu potencial y sé la mejor versión de ti mismo.
Sé la flor más feliz entre las olas.
Si no puedes ser un río embravecido, puedes ser la flor más feliz entre las olas. No tengas miedo al fracaso, inténtalo con valentía, no te desanimes aunque fracases, aprende del fracaso y sigue creciendo.
Sé la hierba más verde en primavera
Si no puedes convertirte en una estrella entre las flores, serás la hierba más verde en primavera. No busques siempre la fama y la fortuna, ten los pies en la tierra y haz todo lo que hagas, porque cada momento es crecimiento y vale la pena apreciarlo.
Conviértete en el marinero más fuerte y dedicado.
En el viaje de la vida, no todos podemos ser capitanes, pero incluso como marineros, debemos ser los más fuertes y dedicados. Independientemente del tamaño de la tarea que tenemos entre manos, debemos hacer todo lo posible y hacer lo mejor que podamos, porque no es el tamaño de la tarea lo que determina nuestro éxito o fracaso, sino nuestra actitud y esfuerzo.
Aprecia el momento y haz lo mejor que puedas.
Lo que determina nuestro éxito o fracaso no es el tamaño de la tarea que tenemos entre manos, sino nuestra capacidad de darlo todo y hacer lo mejor que podemos. Valora el momento y haz todo lo que hagas bien, porque cada momento es crecimiento y vale la pena valorarlo.