¿Cómo es quitarse los zapatos?

Quitarse los zapatos es una experiencia liberadora que te permite relajarte y dejar de lado el cansancio del día.

Lo que hay que entender es que en Japón, la cultura popular de "quitarse los zapatos" se ha transmitido durante miles de años, y la cultura de "quitarse los zapatos" no existía antes de Nara. período en Japón. Durante el período Nara, el emperador japonés se centró en el desarrollo de la agricultura, la recuperación de tierras baldías y la construcción de proyectos de conservación del agua, lo que condujo a un rápido desarrollo social y económico. Japón durante la dinastía Nara estuvo profundamente influenciado por la cultura de la próspera dinastía Tang en China, y los sistemas y la cultura relacionados se introdujeron a través de la dinastía Tang.

En este período, sólo las personas de alto estatus usaban zapatos duros de madera, y la gente común no usaba esos zapatos en absoluto. Por lo tanto, antes del período Nara en Japón, la cultura de quitarse los zapatos no se formó en Japón, porque los japoneses podían usar zapatos en ese momento.

Costumbres

Antes del período Nara en Japón, la mayoría de los japoneses vivían en viviendas cueva verticales semisubterráneas. Este tipo de casa está excavada a 50 o 60 centímetros del suelo (como un sótano), con varios pilares a su alrededor para apoyo y protección. El techo de este tipo de casa cueva vertical suele ser cuadrado o redondo, con capacidad para cuatro o cinco personas. No está ventilado, es oscuro y húmedo durante todo el año. Desde que los japoneses construyeron edificios con camas altas, gradualmente salieron de las cuevas y se trasladaron a almacenes con camas altas con buena ventilación e iluminación transparente.

Debido a que Japón tiene un clima monzónico marítimo templado con altas temperaturas, mucha lluvia y alta humedad, incluso si el camino exterior está pavimentado, las suelas de tus zapatos seguirán manchadas de barro. En aquella época, para mantener la casa limpia y evitar que el suelo se dañara, los japoneses tenían la costumbre de quitarse los zapatos nada más entrar por la puerta.