El objetivo principal de configurar los subtítulos es mostrar claramente la estructura jerárquica del artículo. En algunas palabras, el contenido central a nivel general es claro; en algunos casos, se utilizan números para indicar únicamente el orden de “uno, dos, tres”, que sirve de vínculo entre lo anterior y lo siguiente. Cabe señalar que no importa qué forma se adopte, el contenido jerárquico debe estar estrechamente relacionado, así como las conexiones superior e inferior.
Título de primer nivel: El número de serie del título es "I", el número 4 está en negrita, es exclusivo y no se agregan signos de puntuación al final.
Título de segundo nivel: El número de serie del título es "(1)", que es el mismo que el número de texto. Es una línea dedicada y no se agrega puntuación al final.
Título de nivel 3: El número del título es "1.", que tiene el mismo tamaño y fuente que el texto.
También hay cuatro o cinco títulos;
Títulos de cuarto nivel: el número de serie del título es "(1)", que es el mismo que el tamaño del texto y la fuente.
Encabezados de cinco niveles: El número de serie del título es "①", que tiene el mismo tamaño y fuente que el texto principal.
Datos ampliados:
Esta pregunta tiene tres requisitos:
Antes que nada, seamos claros. Puede revelar el alcance del tema o los parámetros, de modo que las personas puedan conocer el esquema del artículo, el contenido principal de la discusión y la intención de escritura del autor con solo mirar el título.
En segundo lugar, sea conciso y vaya al grano. El título del ensayo no debe ser demasiado largo. Demasiado tiempo hará que las personas se sientan complicadas e incapaces de obtener una impresión clara, lo que afectará la evaluación general del artículo. El título no debe ser demasiado abstracto y vacío, y el título no debe utilizar palabras inventadas o de uso común, para evitar que los lectores se confundan como si cayeran al mar hasta que comprendan el texto completo.
En tercer lugar, la novedad. El título, el contenido y la forma del artículo deben ser únicos. Sólo si no es poco convencional ni cae en trampas se puede resultar atractivo y agradable a la vista, despertando así el interés de los lectores por la lectura.