Enrique fue el tercer hijo de Antoine de Borbón, duque de Vendôme. Su madre era Jeanne Debrett, reina de Navarra (es decir, Juana III), y nació en Beau, en la frontera franco-española. Ha estado involucrado en las brutales guerras religiosas de Francia desde su juventud. Como líder de los hugonotes, poco a poco fue ganando gran popularidad. Sin embargo, después de la masacre de Saint-Bartolmeu, el rey Carlos IX de Francia lo puso bajo arresto domiciliario en los tribunales franceses y le concedió asilo.
En 1584, debido a la muerte del príncipe heredero Francisco, duque de Alainçon, se convirtió en el heredero legal del trono francés.
Después de que Enrique III fuera asesinado en 1589, le sucedió en el trono y se convirtió en rey de Francia.
Enrique IV puso fin a las guerras religiosas que habían asolado a Francia durante muchos años. Debido a la muerte del duque Enrique, la familia Guisa, que durante mucho tiempo había dominado la política francesa, ya no pudo convertirse en un obstáculo para la paz. Durante su reinado, la economía de Francia se desarrolló. Enrique IV se convirtió en un monarca querido.