Una vela es un pequeño granito de arena en la vida de las personas, y una vela es un poder común y corriente pero de gran tamaño. Parece demasiado insignificante que una vela se encienda cuando está oscuro y se apague cuando hay luz. Sin embargo, quiero cantar un himno a la vela desinteresada.
La vida de una vela es muy ordinaria. Blanco, rojo, colorido, con trenza en la cabeza. La vida comienza con trenzas. Poco a poco, las llamas envolvieron la trenza y comenzaron a derretir el cuerpo de la vela. Las gotas de cera son como hilos de lágrimas, solidificadas. Los antiguos usaban la frase "Los gusanos de seda de primavera morirán sólo cuando se les acabe el hilo, y las antorchas de cera se convertirán en cenizas antes de que se sequen sus lágrimas" para describir el espíritu inquebrantable. ¡Sí! El espíritu de las velas no sólo es objeto de elogio de los antiguos, sino también un ejemplo para nosotros.
Así, la vida de una vela es brillante, desde el nacimiento hasta la muerte, siempre aporta luz a las personas. En la era actual, en la que la luz eléctrica ha entrado en miles de hogares, el papel de las velas parece haber desaparecido. ¡No! No. Cuando hay un corte de energía, las velas todavía tienen sus propios usos. Las velas blancas, como pilares de jade, envían a las almas hacia el oeste, y las velas rojas, como las de ágata, dan la bienvenida a las familias recién nacidas. También están las coloridas velas de cumpleaños, que simbolizan el comienzo de otro año, cada una llena de recuerdos felices. Leer bajo la tenue luz de las velas te hace sentir cálido y caminar bajo la tenue luz de las velas te hace sentir cómodo.
Mientras alababa las velas, no podía evitar pensar en los diligentes e incansables maestros. Son como velas, las llamas del tiempo derriten la juventud del maestro. El maestro es la vela en el viaje del estudiante, siempre el punto final de la victoria del estudiante, y la enseñanza es la luz de la vela eterna, siempre iluminando los corazones de los estudiantes...