¿Cómo fue la revolución burguesa española?

España, situada en Europa occidental, era una monarquía semifeudal antes de la década de 1930. La revolución burguesa que estalló en abril de 1931 derrocó el sistema imperial y estableció una república burguesa. Debido a la debilidad de la burguesía, el nuevo gobierno llevó a cabo algunas reformas democráticas, pero no fueron exhaustivas. Alentadas por los fascistas italianos y los nazis alemanes, las fuerzas reaccionarias realistas de derecha españolas campaban a sus anchas. Los partidos de izquierda también llevan a cabo activamente luchas de masas para defender el sistema pacífico y desarrollar logros democráticos.

1933 65438+10 de octubre, cuando la revolución se expandió a la sureña ciudad de Sevilla. Hubo disturbios, explosiones de bombas y tiroteos en toda España, en Granada y Jerez. Fue la participación de los * * productores en la rebelión anarquista lo que desató la guerra. La coalición amenazó con una huelga general. Estos acontecimientos llevaron al gobierno español a autorizar al presidente Azaña a declarar la ley marcial si fuera necesario. Guardias fuertemente armados estacionados en muchos lugares han puesto al país bajo control militar en medio de crecientes tensiones. Siete anarquistas y 65.438+0 miembros de la Guardia Nacional resultaron heridos en los bombardeos en Sevilla y en el barrio de Triana, al otro lado del río. Varias explosiones sacudieron la ciudad y se buscó a la gente en las calles en busca de armas y municiones. También se produjo una explosión frente al famoso Palacio de los Medici, que causó daños menores. Toda Andalucía quedó paralizada por los disturbios y el gobernador de Sevilla ordenó al ejército que cuidara de los trabajadores. Unionistas y anarquistas emitieron una declaración conjunta en Barcelona, ​​que ha sido testigo de varios derramamientos de sangre graves, incluidos atentados con bombas que mataron a cinco personas en una semana. El manifiesto pedía a los rebeldes cortar el tráfico telefónico, telégrafo y ferroviario y quemar todos los documentos obsoletos. La gran mayoría de los españoles en el gobierno español se opusieron a la revolución.