Según las investigaciones, este imprescindible artefacto veraniego no procede de la antigua Mesopotamia, sino del antiguo Sudán. La sandía actual no es tan dulce como en la antigüedad. El antepasado de la sandía es la sandía silvestre de Sudán. Este tipo de sandía no es dulce y tiene pulpa blanca. Se utiliza principalmente como alimento para animales.
La sandía tiene una larga historia. Un equipo arqueológico descubrió semillas de sandía enterradas con ella en la tumba del antiguo faraón egipcio Tutankamón. Esto muestra que la historia de los humanos comiendo sandía se remonta a hace 3.300 años, pero no te alegres demasiado pronto. En aquella época, es posible que las sandías que comían los egipcios no hubieran sido completamente cultivadas para tener pulpa roja.
El origen de estas semillas de sandía pueden ser sandías silvestres. En aquella época, a los egipcios les gustaba comer semillas de sandía como refrigerio. ¿Crees que este es el primer registro de comer sandía? Entonces estás equivocado: en investigaciones arqueológicas egipcias posteriores, la aparición de un mural refrescó la comprensión de todos sobre la sandía.
Según valoración de expertos, este mural existió más de 1.000 años antes que Tutankamón. En el mural, además de la magnífica estatua del faraón, muchos personajes se inclinan ante el faraón. En la esquina del mural hay una pintura en forma de disco con sandías, uvas y otras frutas dulces. A partir de aquí podemos especular audazmente que la sandía probablemente fue introducida en Egipto desde Sudán en el antiguo Egipto. Después de decenas de generaciones de esfuerzos por parte de los egipcios, finalmente desarrollaron una variedad similar a nuestra sandía actual. No sólo les gusta comer la pulpa, sino que también les gusta comer las semillas de la sandía.