Muchos años después, regresé a mi ciudad natal después de una larga ausencia. Cuando toqué la puerta de Boban, una lágrima cayó sin previo aviso sobre el polvoriento ojo de la cerradura. Lo limpié ligeramente. Una y otra vez intenté en vano y obstinadamente volver al pasado, buscando una época llena de hermosos sueños. Al mirar por la puerta, recordé cuántos días y noches de mi infancia mi padre me había tomado de la mano y caminado por el camino de piedra que ya estaba cubierto de maleza. Mi padre me tocó la cara con su amplia palma, gentil, amable, áspero y feliz. Finalmente sé que en el mundo de hoy he perdido cierto tipo de cuidado y confianza, así que tengo que disciplinarme. No puedo mirar inocentemente todo lo que me rodea con ojos brillantes. Las cosas que han pasado durante mucho tiempo por las vicisitudes de la vida nunca pueden escapar de las huellas del tiempo. Mirando por la ventana a un ganso solitario que pasaba volando vacilante, vi mi propio reflejo. En el mundo ruidoso, escapé obstinadamente de la melodía de la vida solo, escondiéndome en un rincón rodeado por el mundo, desenterrando cosas que habían sido enterradas por el tiempo y sintiéndome triste por algunos eventos pasados que se ajustaban a las leyes de la vida pero no. No se ajusta a mi propia estética. Sé que esto es estúpido. Cuanto más madura es la mente de una persona, más puede comprender el significado e incluso la belleza de la deformidad.
Finalmente entendí que no existe el paraíso en la tierra, y la ilusión de hundirme sólo me deprimiría más. Aceptaré con valentía este mundo incompleto, desempolvaré el polvo de la memoria y afrontaré el futuro con valentía.