¿Por qué a los holandeses les gusta comer donuts para celebrar el Año Nuevo?

Los donuts que comen los holandeses el día de Año Nuevo son diferentes a los que vemos habitualmente. Son una versión más holandesa de los donuts, también llamadas croquetas. La masa redonda fermentada con harina, huevos, levadura, sal y leche o queso tibio se fríe en aceite caliente y se espolvorea con azúcar en polvo. Es un alimento imprescindible en la víspera de Año Nuevo para todos los hogares. Las albóndigas fritas calientes mezcladas con aceite y nata son perfectas para una comida abundante en una fría noche de invierno.

Las bolas de aceite fritas son el último postre de las fiestas holandesas. La versión mejorada de las croquetas consiste en agregar relleno de manzana, que es una receta de donuts más famosa. Sabe a manzanas y dulzura de crema. Lo estándar es espolvorear la masa con azúcar glas o crema, al igual que sabores similares como el sándwich de mermelada de cerezas y el sándwich de plátano. Comer este donut de bolas frito puede considerarse una auténtica Navidad y Año Nuevo holandés.

Además de las croquetas dulces, en Holanda también se comen galletas de almendras, galletas de pimienta, dulces de San Nicolás y otros postres durante las fiestas. El denominador común entre estos alimentos es un postre elaborado con azúcar anisado. La costumbre de comer estos postres en días festivos tiene una larga tradición en los Países Bajos. En la Edad Media, las especias eran muy raras y valiosas en Occidente. La primera prosperidad de los Países Bajos se debió a su industria marítima. Los holandeses ricos utilizaban especias para hacer galletas o bizcochos.

Otras delicias en los Países Bajos pueden ser muy oscuras, pero casi nadie dice que las bolas fritas no son deliciosas. Huele su aroma desde la distancia y no podrás evitar babear.