Deja que tus hijos vayan a la clase de formación a dibujar, ¿vale?

Aunque aprender pintura en una institución de formación puede aportar algunos beneficios a los niños, como estar expuestos a materiales y habilidades didácticos profesionales y hacer amigos con ideas afines, no se recomienda que los niños estudien pintura en una institución de formación durante mucho tiempo para siguientes razones:

Exceso de énfasis en las habilidades y descuido de la creatividad.

Muchas instituciones de formación en pintura enfatizan cómo dominar las habilidades de pintura y prestar atención a los efectos visibles, pero ignoran ayudar a los niños a desarrollar la creatividad y la imaginación. Este tipo de aprendizaje puede limitar el pensamiento artístico y la creatividad de los niños, haciendo del dibujo una actividad puramente técnica.

Intervención prematura en los intereses y pasatiempos de los niños

El entrenamiento excesivo en pintura puede hacer que los niños pierdan la oportunidad de explorar y desarrollar sus intereses y talentos. Los niños pueden ser dirigidos demasiado pronto o limitados a un área en particular, incapaces de desarrollar interés y exploración en otras áreas.

Alto costo y tiempo

Las instituciones de formación en pintura suelen ser costosas y requieren mucho tiempo. Los niños necesitan pasar mucho tiempo dibujando, lo que puede interferir con sus otros intereses y pasatiempos, obligándolos a renunciar a otras importantes oportunidades de aprendizaje y desarrollo.

Estrés y ansiedad

Las instituciones de formación en dibujo suelen tener requisitos y estándares estrictos, y los niños pueden enfrentar estrés y ansiedad excesivos, lo que afecta su aprendizaje y su salud física y mental.

Por lo tanto, si un niño está interesado en la pintura, los padres deben hacer todo lo posible para brindarle un ambiente para la exploración y el desarrollo libres en lugar de una intervención y control excesivos. Los padres pueden alentar a sus hijos a explorar y desarrollar sus propios estilos y técnicas de pintura, permitiéndoles aprender a pintar en un estado más agradable, cómodo y sin restricciones, para que los niños puedan desarrollar plenamente sus propios talentos y creatividad.