La grandeza de Shakespeare radica en que sus obras se basan en la realidad y reflejan profundamente las características de la época y la naturaleza de la sociedad. En su opinión, el drama "parece dar un espejo a la naturaleza: mostrar su rostro a la virtud, mostrar su postura al absurdo y mostrar su propia imagen e impronta a los tiempos y a la sociedad".
Marx y Engels elogiaron a Shakespeare como un escritor clásico del realismo y propusieron que la creación dramática debería ser más "shakesperiana". La llamada "shakespeareización" significa que el escritor, como Shakespeare, es bueno partiendo de la realidad de la vida, mostrando un amplio trasfondo social y proporcionando un ambiente típico con las características de la época para los personajes y acontecimientos de la obra. la trama de la obra debe ser vívida y rica, y los personajes deben tener personalidades distintivas y tener un significado típico; la representación realista y la atmósfera romántica en la obra deben combinarse hábilmente con el lenguaje rico y expresivo; debe estar oculto y revelado naturalmente en la trama y la descripción del personaje.
La mayoría de las obras de Shakespeare se basan en guiones, novelas, crónicas o folklore antiguos, pero se reescriben con sus propias ideas, dando a los viejos temas un contenido nuevo, rico y profundo.
La sociedad contemporánea es una sociedad armoniosa, una sociedad de exámenes de ingreso de posgrado, una sociedad estable y una sociedad monetaria. No hay nada sobre lo que escribir un guión.