El requisito de contratación en ese momento era tener un buen dominio del japonés y preferiblemente tener experiencia docente.
Así que lo mejor es pasar el primer nivel, aprender más sobre cómo los profesores imparten las clases, cómo enseñar a los estudiantes y ver cómo enseñan otros, lo que también será de gran referencia para ti.
Por supuesto se debe practicar bien la expresión oral y la gramática debe ser excelente.