Jenny Lee era una vagabunda neoyorquina conocida como "La chica subterránea" que vivía en las sombras del metro y las alcantarillas de Nueva York en los años 1980 y 1990. Vivió en las alcantarillas durante más de 20 años y finalmente fue descubierta por la policía en 2008 y enviada al hospital para recibir tratamiento.
Hay muchas razones por las que Jenny Lee eligió vivir en las alcantarillas de la ciudad de Nueva York. Es posible que su estilo de vida se debiera inicialmente a la pobreza y la falta de vivienda, a lo que se fue adaptando gradualmente. Vivir en las alcantarillas también le proporcionó un lugar apartado y seguro contra posibles daños o robos en las calles.
Además, se dice que Jenny Lee encontró algo de comunidad y estabilidad en las alcantarillas. Los marginados suelen ser marginados y, en el mundo onírico del underground, Jenny Lee se convierte en parte de una comunidad. Formaron una comunidad muy unida, se ayudaron unos a otros y compartieron recursos y conocimientos para hacer frente a condiciones de vida difíciles.
Otra explicación es que Jenny Lee encontró una sensación de libertad independiente en las alcantarillas. Puede decidir su propio estilo de vida y su estado mental sin interferencia del gobierno. Al igual que otras personas sin hogar, puede resultarle difícil adaptarse a las responsabilidades y presiones de la familia, el trabajo y el dinero. En las alcantarillas puede vivir libremente, sin presiones ni responsabilidades, y con pleno control de su vida y su futuro.
Finalmente, Jenny Lee también puede vivir en las alcantarillas por amor al medio ambiente y al mundo. En algunos casos, las personas se separan de la sociedad y viven en ambientes más primitivos, generalmente porque encuentran el mundo moderno aburrido o dañino. Mientras estuvo en las alcantarillas, Jenny Lee pudo haber sentido que este entorno único satisfacía sus necesidades espirituales.
En resumen, la elección de Jenny Lee de vivir en las alcantarillas es un tema complejo que requiere la consideración de muchos factores. Esta historia nos recuerda que debemos respetar las elecciones y los estilos de vida personales, especialmente aquellos que se encuentran en la base y los marginados de la sociedad.