Cuentos breves de personajes históricos

1. Leonardo da Vinci pintó huevos

Leonardo da Vinci, famoso pintor durante el Renacimiento europeo, amaba la pintura desde pequeño. Su padre lo envió a Florencia, famosa ciudad italiana en ese momento, para aprender del famoso pintor Frocchio. La maestra le pidió que empezara pintando huevos. Pintó durante más de diez días seguidos. Al ver que estaba un poco impaciente, la maestra le dijo: No creas que dibujar un huevo es fácil. Debes saber que no hay dos huevos entre 1.000 que sean exactamente iguales, aunque sea el mismo huevo; Si lo miras desde otro ángulo, la forma del huevo será diferente y el perfil ovalado también será diferente. Por tanto, si quieres expresarlo perfectamente en el papel de dibujo, tienes que trabajar duro. A partir de entonces, Leonardo da Vinci se dedicó al estudio del dibujo. Después de un largo período de dura y diligente práctica artística, finalmente creó muchas pinturas inmortales.

2. Sun Kangying estudió en una noche nevada

Original de la dinastía Jin, su familia era pobre y le encantaba leer. Aunque tenía tiempo por la noche, no podía permitirme comprar aceite para lámparas, así que tenía que memorizar y digerir lo que aprendía durante el día. Un invierno, se despertó en mitad de la noche y sintió que la habitación no estaba a oscuras. Pudo ver algo vagamente, que resultó reflejarse en la nieve. Esto lo inspiró: ¿por qué no leer con una lámpara de nieve? Así que las noches nevadas, especialmente bajo la luz de la luna, se convirtieron en un buen momento para que Sun Kang estudiara mucho. Gracias a sus esfuerzos, finalmente se convirtió en un erudito famoso y en un erudito antiguo.

3. Vigas que cuelgan la cabeza y mordeduras de cono

Durante el Período de los Reinos Combatientes, Su Qin siguió a Ren Wei y Zhang Yi y estudió con el Sr. Guigu. Estudiaba mucho por las noches y, cuando tenía sueño, se pinchaba el muslo con un punzón, lo que hacía que la sangre le subiera a los pies.

En la dinastía Han, Sun Jing tenía muchas ganas de aprender. Cuando estudiaba, se ataba el pelo a las vigas con cuerdas para evitar quedarse dormido y animarse a estudiar mucho.