¿Por qué los filipinos quieren estudiar en Estados Unidos?

El nivel de desarrollo económico no es proporcional a la población, la distribución es muy desigual y el sistema de clases es un obstáculo. Estados Unidos aplica la llamada "política filipina" en Filipinas. Hicieron todo lo posible para ganarse a personas locales prestigiosas y las ubicaron en los principales departamentos funcionales de Filipinas, que abarcaban provincias, ciudades, distritos, pueblos, etc. Además, los estadounidenses que controlan el sector educativo insisten en utilizar el inglés como medio de instrucción, establecen un sistema de estudios en el extranjero financiado con fondos públicos y envían un gran número de destacados talentos locales a Estados Unidos para recibir educación.

Mete ideas proamericanas en tu cabeza. Esta serie de medidas dieron como resultado la formación de una pequeña pero élite clase alta en Filipinas. Controlaron una gran parte de la riqueza del país y se convirtieron en una verdadera "clase terrateniente". Gracias a los suministros militares a los Estados Unidos y una serie de apoyo económico de los Estados Unidos, Filipinas se convirtió rápidamente en uno de los países más ricos de Asia, comparable a Japón, Singapur y otros países.

Filipinas se puede resumir en una frase clásica de "The Shawshank Redemption": "Algunas personas están ocupadas viviendo y otras ocupadas muriendo". Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, el 35% de los 160.000 habitantes de Filipinas viven en barrios marginales. "Villas para los muertos, barrios marginales para los vivos". Esta frase se utiliza a menudo para comentar la brecha entre ricos y pobres en Filipinas. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Manila, la capital de Filipinas, era conocida como la ciudad más próspera de Asia, empatada con Japón.

Hoy en día, la BBC lo cataloga como el lugar más peligroso y densamente poblado del mundo. Aunque los valores universales abogan por la igualdad para todos, la realidad es tan cruel como en muchos países, Filipinas también tiene "divisiones de clases invisibles" y el estándar de medición es el ingreso; Aquí conviven miles de personas. Aquí nadie piensa en la seguridad y la propagación de enfermedades, porque todos los días están ocupados sólo para la vida del día siguiente. No tienen comida. Muchos niños encuentran comida desechada en la basura.