1. Intereses y pasatiempos personales. Elegir una especialización que le interese puede hacer que el aprendizaje sea más interesante y más fácil de persistir.
2. Perspectivas de empleo. Elegir una especialización con buenas perspectivas de empleo puede aumentar las oportunidades de empleo y mejorar la competitividad laboral.
3. Dificultad profesional. Elegir una especialización que se adapte a su nivel de capacidad puede evitar dificultades de aprendizaje y mejorar la eficiencia del aprendizaje.
4. Categoría temática. Elegir una especialización de posgrado relacionada con su especialidad universitaria no solo puede aprovechar al máximo sus propias ventajas, sino también evitar las dificultades causadas por el aprendizaje interprofesional.
5. Rankings escolares y profesorado. Elija escuelas y especialidades con altas clasificaciones y profesores sólidos para obtener mejores recursos educativos y un entorno de aprendizaje.