(El Rey León Mufasa le está diciendo a su hijo Simba una importante regla de vida.)
Mufasa: Simba, mira, el sol brilla Todo es nuestro reino .
Simba: ¡Guau!
Mufasa: El tiempo de un rey es cuando un gobernante sale y se pone como el sol. Simba, un día el sol se pondrá lentamente como yo y saldrá contigo cuando te conviertas en el nuevo rey.
Simba: ¿Esto es todo lo que tengo?
Mufasa: ¡Todo!
Simba: ¡Todo lo que toca el sol! ¿Qué pasa con ese lugar oscuro?
Mufasa: Eso está fuera de nuestras fronteras. No debes ir allí, Simba.
Simba: Pero pensé que el rey podía hacer lo que quisiera.
Mufasa: Bueno, ser rey es más que hacer lo que quieras.
Simba: ¿Hay más?
Mufasa: Simba, todo lo que ves convive en un delicado equilibrio. Como rey, debes comprender este equilibrio y respetar a todos los seres vivos, desde las hormigas que se arrastran hasta los antílopes saltarines.
Simba: Pero papá, ¿no comemos antílopes?
Mufasa: Sí, Simba. Pero déjame explicarte. Cuando morimos, nuestros cuerpos se convierten en hierba y los antílopes comen hierba, por lo que estamos interconectados en un ciclo de vida gigante. Simba, déjame decirte algo que me dijo mi padre. Mira las estrellas. Desde esas estrellas nos miran los grandes reyes del pasado.
Simba: ¿En serio?
Mufasa: Sí, así que cuando te sientas solo, recuerda que esos reyes siempre estarán ahí para guiarte, y yo también.