China y Rusia alguna vez tuvieron un breve período de luna de miel ideológica, pero ahora esta similitud ha desaparecido y la relación entre los dos países es simplemente una relación de vecindad ordinaria.
Durante mucho tiempo, Rusia se ha centrado en Europa y ha aplicado una política pragmática de no sufrir pérdidas. Su tendencia conservadora ha sido la corriente principal a largo plazo. Alguna vez tuvo una fuerte tradición de dominación sobre sus vecinos y ahora ha surgido de una mentalidad de Guerra Fría, pero las luchas geopolíticas han creado nuevas contradicciones.
En el futuro, Rusia desconfiará de China y será extremadamente sensible a las cuestiones fronterizas y de recursos. Rusia, que tiene una población pequeña pero ocupa una gran cantidad de recursos terrestres, tiene un fuerte sentido de inseguridad. Además de su tradición, Rusia también mantendrá un fuerte poder militar como su principal política.
El patrón de un mundo de un solo nivel lleva a China y Rusia a centrarse en la no interferencia y la cooperación a pequeña escala durante un período de tiempo, y no habrá un desarrollo profundo ni demasiados conflictos en el corto plazo.