Esos artículos infantiles

Un toque de otoño ha llegado silenciosamente, el cielo es azul y el sol llena el cielo haciendo que todo brille. Las nubes blancas deambulan alegremente por el cielo, volando en grupos con el viento, volando sobre sus cabezas, flotando en la distancia, de vez en cuando se encuentran con otra flor, y luego comienzan a flotar juntas, dondequiera que floten, ese es su hogar. Las flores al borde del camino son muy brillantes y la fragancia frutal y el viento otoñal a lo lejos llegan hasta ti. En el cielo azul, vi nuestras caras sonrientes, una vez verdes.

Abre el álbum de fotos perdido hace mucho tiempo y observa las caras que alguna vez tuvimos. Detrás de la foto está tu letra infantil, que escribe las indelebles bendiciones de la juventud. En las fotos amarillentas, esas historias jóvenes cayeron en mi pacífico corazón como gotas de agua, y esas interesantes historias de la infancia vinieron como olas...

Recuerdo que cuando me gradué de la escuela secundaria, éramos tan buenos. contradicciones. Yo era joven y frívolo, así que obstinadamente decidí dejar ese pequeño grupo y dejarte como mi compañero de cuarto durante dos años. Vivimos nuestras propias vidas, y cada vez que veo sus caras, nuestras risas y risas pasadas llenan nuestras mentes una y otra vez. Finalmente, es hora de decir adiós. Te escribí una larga carta. No sé por qué hago esto, tal vez realmente no quiero perder amigos como tú que tienen una amistad verdadera.

Deja ir el pasado, pasamos el último momento feliz como compañeros de clase. En la escuela secundaria estábamos en escuelas diferentes, pero cada día de Año Nuevo y cumpleaños podía recibir tus pequeños y cálidos obsequios, que siempre me han conmovido y nunca serán olvidados.

Ahora todos estamos creciendo y esas sonrisas infantiles se han convertido en miradas maduras. Todos estamos tanteando nuestras propias trayectorias de vida, y sólo nosotros conocemos los altibajos de la vida. El número de contactos es cada vez menor y cada vez dedico más tiempo a trabajar en mi propia vida. De vez en cuando, cuando pienso en ti, esos hermosos recuerdos se convierten en finas ondas, lamiendo el borde de mi corazón, despertando aquellos recuerdos que se han hundido en mi corazón.

Cada vez que vuelvo a casa, saco estos pequeños obsequios, los pongo bajo una luz brillante y los miro. Veamos cómo les va sin mí. Te prometí cuidarlos bien y nunca lo olvidaré. Míralos y serás recordado. Vamos...

Las fotos amarillentas estaban pegadas firmemente en el álbum. ¡A través del fino papel del álbum, vi cuán hermosas eran tus sonrisas juveniles en el momento en que se congelaron! En ese momento, nuestras sonrisas eran tan dulces y los días de la juventud eran tan brillantes. Bajo el cielo azul, hay un grupo de jóvenes volando y jugando como pájaros, escribiendo una juventud tan transparente...

No importa cuánto tiempo, no importa cuándo, ¿en qué seremos? Estamos tú y nosotros en este mundo, jaja, ¿qué tan hermoso crees que es este mundo?

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