Educación sobre la culpa

Las emociones son un arma de doble filo y es necesario gestionarlas. Por ejemplo, el psicólogo social estadounidense Festinger tiene un juicio famoso: la llamada ley de Festinger. En la vida, el 65.438+00% de las cosas están fuera de nuestro control y el otro 90% está fuera de nuestro control. En el proceso de educación y acompañamiento de sus hijos, los padres necesitan especialmente gestionar las emociones de sus hijos. Las emociones están en todas partes, como una espada desenvainada, que no puede herirte a ti ni a los demás. No es fácil ser un padre calificado. Debemos criar bien a nuestros hijos todos los días, enviarlos a la escuela a tiempo y asegurarnos de que se porten bien y no causen problemas. Los padres competentes también deben asegurarse de que sus hijos no se sientan culpables cuando crezcan, lo que incluye cultivar el buen humor de sus hijos. La culpa significa sentirse molesto por algo que dijiste o hiciste en el pasado. Las personas pueden aprender de los errores del pasado para mejorar porque aprender de las lecciones puede beneficiar a las personas.

La culpa real, que pone a las personas en la situación presente por algo que sucedió en el pasado, es una emoción negativa que destruye la confianza en uno mismo. Al criar a sus hijos, los padres suelen utilizar la culpa para limitar su comportamiento. Aunque la intención original de utilizar esta emoción es controlar a los niños y evitar que hagan travesuras, esto puede causar más problemas sociales internos y externos a los niños en los próximos años. Independientemente de la intención del adulto de reforzar la culpa del niño, la culpa sólo le traerá emociones negativas. Los efectos negativos incluyen pánico, miedo, introversión, insomnio, vergüenza, falta de iniciativa y pérdida de autoestima.

Cuando los padres utilizan la culpa como método de disciplina para estimular a sus hijos, su propósito puede lograrse, pero en este momento el niño está completamente controlado por la ansiedad y sus emociones están ocupadas por la ansiedad. No importa la edad que tenga tu hijo, cuando utilizas esta culpa como un medio para intentar que se comporte como tú quieres, o para intentar que se sienta incómodo con lo que ha hecho, en realidad estás acelerando su ansiedad. . Las personas que están poseídas por esta emoción muestran ansiedad, tensión y preocupación en su comportamiento.

Por poner un ejemplo sencillo, cuando los padres juegan con sus hijos y fingen estar infelices, como llorar o enfadarse, obligarán al niño de 3 años a besarte porque no puede soportarlo. te veo triste. Los padres causarán a sus hijos altos niveles de ansiedad debido a este pequeño juego. De esta forma, el niño no tiene otra opción porque a partir de ahora se centrará en las personas que le hacen sentir incómoda en su vida. Es decir, cuando sea mayor todas sus decisiones estarán dominadas por esta emoción, que no es lo que sus padres quieren ver. Ser padre no es fácil. Lo que hacen los padres puede tener un gran impacto en sus hijos, no sólo durante la adolescencia sino también en su futuro.

m">