La vida es una contradicción, la vida. y muerte, amor y odio, pasión y embotamiento, perseverancia y abandono, como los buenos y los malos tiempos.
De hecho, los buenos y los malos momentos nunca son absolutos. ¿Qué es la prosperidad? ¿Es ser feliz, conseguir todo lo que deseas, ver esperanza en el futuro? ¿Qué es la adversidad? ¿Es todo lo contrario, tropezar cada día con una realidad que no te gusta, avergonzarte, extrañarte mucho y de repente perder algo que claramente tienes?
El mundo está lleno de variables, y la única constante es el cambio mismo. Desde esta perspectiva, la prosperidad es en realidad el momento más peligroso para la gente. Porque estás orgulloso de la brisa primaveral, porque eres alegre, porque tienes planes en tu corazón, porque tienes demasiadas esperanzas y exigencias para el futuro, porque nunca piensas que lo perderás, por eso no puedes ver. las cosas ocultas en el futuro. Crisis y trampas, no pensarías que habría espinas detrás de las flores. Por tanto, existe una delgada línea entre los buenos y los malos momentos.
Todo el mundo se encuentra con la adversidad a veces, y cómo afrontarla es el tema más importante de la vida. Porque la adversidad es la encrucijada de la vida y la piedra de toque de la vida. La adversidad a veces puede parecer un momento decisivo en la vida. Sólo de un vistazo queda claro quién quieres ser y cómo quieres controlar tu vida. Sólo después de que la adversidad haya pasado podrás convertirte en la persona que quieres ser.
Ante la adversidad, tres tipos de personas adoptan tres actitudes diferentes:
Una es cambiarse para adaptarse al entorno. Como no puedo conseguirlo, tampoco lo quiero. Estoy contento con mis responsabilidades y tomo todo lo que la vida me da. Cuando venga, estaré a salvo. La segunda es que no estás dispuesto a ceder ante la realidad, perseguir con perseverancia, cambiar el status quo y la vida, y volverte más valiente con cada revés, puede ser que te lamentes de tu falta de talento, te quejes de los demás, sientas esa vida; Es demasiado injusto y siempre siente que los demás te deben una deuda.
El primer tipo de persona merece respeto y comprensión. Su valentía reside en asumir la presión y el peso de la vida y asumir la responsabilidad de sus propias decisiones. El segundo tipo también es valiente en la vida, porque sabe seguir trabajando duro para alcanzar sus objetivos.
Hay otro tipo de persona que viene de buenas o malas épocas y es tolerante y de mente abierta. A partir de ahora no habrá distinción entre buenos y malos momentos. Es tranquilo e indiferente, sabe disfrutar el proceso de la vida, comprende que las ganancias y las pérdidas son inevitables en la vida y no se molestará por el éxito o el fracaso de los resultados.
Los buenos y malos tiempos se revertirán bajo ciertas condiciones. Mientras sostengan en alto la lámpara de la fe y sigan caminando, llegarán a la zona del sol. Como creen firmemente la mayoría de las personas exitosas: "Sé que no soy víctima de las circunstancias, sino su amo".
En la vida, por muy humilde que sea nuestra carrera a los ojos de los demás, Ninguno de nosotros Podemos renunciar a nosotros mismos. Humilde o sublime es sólo una etiqueta que nos da el mundo. Debemos aprender a mirarnos a nosotros mismos con una mente normal, para que podamos escapar temporalmente de los problemas del mundo y descansar en un lugar bajo. ¿No deberíamos tomárnoslo con calma y disfrutarlo?