Creo firmemente que ser un buen oyente es muy importante.
Creo firmemente que ser un buen oyente es muy importante.
Aunque me he convertido en un mejor oyente que hace diez años, debo admitir que todavía soy un oyente adecuado.
Aunque soy mejor oyente que hace diez años, debo admitir que todavía no lo soy.
Escuchar eficazmente es más que simplemente evitar el mal hábito de interrumpir a los demás cuando están hablando o terminando una frase.
Escuchar bien no se trata sólo de no interrumpir a los demás mientras hablan o antes de que hayan terminado de hablar.
Siéntete contento con escuchar todo lo que alguien tiene que decir, en lugar de esperar con impaciencia tu oportunidad de responder.
Es más importante escuchar pacientemente toda la historia que responder con impaciencia.
En cierto modo, la forma en que no escuchamos es emblemática de la forma en que vivimos nuestras vidas.
En cierto modo, la mala escucha se manifiesta de tres maneras:
A menudo tratamos la comunicación como una carrera.
A menudo pensamos en la comunicación como una competición.
Es como si nuestro objetivo fuera no tener ningún desfase entre el final de la frase de la persona con la que estamos hablando y el comienzo de la nuestra.
El objetivo es que en cuanto la persona con la que estamos hablando haya terminado de hablar, no veamos la hora de continuar.
Hace poco, mi esposa y yo estábamos almorzando en un café y escuchábamos las conversaciones a nuestro alrededor.
Hace poco, mi esposa y yo estábamos almorzando en una cafetería y escuchamos las conversaciones de quienes nos rodeaban.
Nadie parece estar realmente escuchando a la otra persona, sino que se turnan para no hacerlo.
Parecían no escucharse con atención, sino que giraban la cabeza, como si Amy estuviera escuchando a otra persona.
Le pregunté a mi esposa si todavía hacía lo mismo.
Le pregunté a mi esposa si yo era así.
Dijo con una sonrisa en su rostro: "Sólo a veces".
La esposa sonrió y dijo: "Sólo a veces".
Ralentizar tus reacciones y convertirte en un mejor oyente puede ayudarte a convertirte en una persona más pacífica.
No te apresures a responder. Ser un buen oyente puede ayudarte a convertirte en una persona más tranquila.
Puede estresarte.
Aportarás felicidad a los demás.
Si lo piensas bien, te darás cuenta de que se necesita mucha energía para sentarte en el borde de tu asiento e intentar adivinar quién es la persona que tienes delante (o al teléfono) Voy a decir para refutar tu respuesta, y es muy estresante.
Lo que notarás cuando lo pienses, sentándote junto a tu silla e intentando adivinar lo que va a escribir la persona que tienes delante (o la persona con la que estás hablando por teléfono) es que reaccionas muy rápido, requiere mucha energía y mucha presión.
Pero cuando esperas a que la persona con la que te estás comunicando termine de hablar y cuando simplemente escuchas con más atención lo que dice la otra persona, descubrirás que el estrés que sientes desaparece.
Pero cuando esperas a que la persona con la que estás hablando termine, pero te limitas a escuchar en lugar de pensar nerviosamente en lo que vas a decir, notarás que el estrés que estás sintiendo ha desaparecido por completo.
Inmediatamente te sentirás más relajado, al igual que la persona con la que estás hablando.
Inmediatamente te sentirás relajado, al igual que la persona con la que estás hablando.
¡Se sentirán seguros al ralentizar sus reacciones porque no sentirán que están compitiendo contigo por “tiempo de emisión 10”!
¡Si respondes más lento, ellos se sentirán más seguros porque no sentirán que están compitiendo contigo!
Ser un mejor oyente no sólo te convertirá en una persona más paciente, sino que también mejorará la calidad de tus relaciones.
Ser un buen oyente no sólo te hará una persona más paciente, sino que también te acercará más a tus amigos.
A todo el mundo le gusta hablar con alguien que realmente le escuche.
Todos quieren hablar con alguien que realmente pueda escucharlos.
¡Por fin terminado! ! !
Solo como referencia :)