Prefieren escuchar elogios y elogios para sí mismos en lugar de críticas, por lo que cuando los padres razonan con sus hijos o evalúan el comportamiento de sus hijos, no deben razonar directamente con sus hijos, ya que los niños no lo aceptarán fácilmente.
Utilizar algunos métodos eufemísticos y oscuros hará que a los niños les resulte más fácil aceptarlo. Por ejemplo, al contar cuentos, deje que los personajes de los cuentos "cuenten" la verdad a los niños.
Aunque los niños son pequeños, su autoestima y su sentido del honor no son en realidad más débiles que los de los adultos. Si los padres no cuidan la autoestima de sus hijos cuando razonan con sus hijos, pero siempre señalan las deficiencias de sus hijos frente a los demás y les dicen qué hacer, tendrá un gran impacto en la autoestima de sus hijos.