Ese día llegué tarde a casa. Una composición de 600 palabras para el primer grado de la escuela secundaria.

El ejemplo de ensayo de "Llegué a casa tarde esa noche" es el siguiente:

Ejemplo 1. "Llegué a casa tarde esa noche"

Era Un miércoles cualquiera, después del colegio por la tarde, concerté una cita con varios compañeros para jugar en un parque cercano. El sol brillaba, soplaba la brisa y el parque rebosaba actividad. Nos divertimos tanto que perdimos la noción del tiempo. Cuando el resplandor del sol nos iluminó, nos dimos cuenta de que habíamos jugado durante mucho tiempo y que era hora de volver a casa.

Miré mi reloj y ya eran más de las nueve de la noche. Rápidamente me despedí de mis compañeros y caminé hacia casa. Había muy poca gente en la calle y sólo unas pocas luces parpadeaban en la noche. Sentí un poco de pánico y me pregunté si mi madre todavía estaba esperando que regresara a casa.

Cuando entré por la puerta, mi madre estaba sentada en el sofá, sosteniendo un libro en la mano. Ella se sorprendió un poco cuando me vio y me preguntó: "¿Por qué volviste hace un momento?". Mi corazón se apretó al saber que había llegado tarde a casa.

Le expliqué la experiencia de hoy a mi madre y le dije que estaba jugando en el parque con mis compañeros y perdí la noción del tiempo. Mi madre no me culpó después de escuchar esto, solo me miró gentilmente y dijo: "Debes prestar atención a la hora en el futuro y recuerda llamarme si llegas tarde. Asentí, sintiéndome un poco culpable". en mi corazón.

Esa noche me di cuenta profundamente de que llegar tarde a casa no sólo causaba la preocupación de mi madre, sino también mi irresponsabilidad hacia ella. Decidí prestar más atención al tiempo en el futuro para que mi madre ya no se preocupara por mí.

A partir de ese día comencé a valorar más el tiempo y a prestar más atención a mi comportamiento. Ya no pospongo las cosas como antes, sino que intento llegar a casa a tiempo. Siempre que quiero llegar tarde a casa, pienso en la escena en la que mi madre me estaba esperando en el sofá ese día, lo que me hizo darme cuenta de la responsabilidad y la importancia de llegar tarde a casa.

Ese día llegué tarde a casa, pero fue una lección valiosa. Me hizo comprender el valor del tiempo y la importancia de la responsabilidad. A partir de ese día comencé a valorar más el tiempo y ya no dejé que mi familia se preocupara por mí.

Ejemplo 2: "Llegué a casa tarde esa noche"

Fue una velada inolvidable. Estaba sentado en el autobús y observaba cómo cambiaba el paisaje fuera de la ventana. El cielo se tiñó de rojo dorado por la puesta de sol y los peatones pasaban a toda prisa por la calle. Todo parecía tan normal.

Sin embargo, cuando regresé a casa, encontré que la puerta de hierro estaba cerrada. Me paré en la puerta, sintiendo un poco de pánico, y seguí llamando a la puerta. Después de un rato, se abrió la puerta y mi madre me miró preocupada.

Entré por la puerta y vi que la casa estaba a oscuras, con solo una luz encendida. Papá estaba sentado en el sofá. Cuando me vio, frunció el ceño y preguntó: "¿Por qué vuelves ahora?". Mi corazón se apretó al saber que llegaría tarde a casa. Les expliqué lo que pasó hoy a mis padres y les dije que perdí el autobús porque estaba ayudando a mis compañeros, por lo que me retrasé. Después de escuchar esto, mis padres no me culparon, pero amablemente me dijeron que prestara atención al futuro y que no los dejara preocuparse.

Esa noche me di cuenta profundamente de que llegar tarde a casa no sólo traía preocupaciones a mi familia, sino que también me hacía ser irresponsable con ellos. Decidí prestar más atención al tiempo en el futuro para que mis padres ya no se preocuparan por mí.

A partir de ese día comencé a valorar más el tiempo y a prestar más atención a mi comportamiento. Ya no pospongo las cosas como antes, sino que intento llegar a casa a tiempo. Siempre que quiero llegar tarde a casa, pienso en las miradas preocupadas de mis padres ese día, lo que me hace darme cuenta de la responsabilidad y la importancia de llegar tarde a casa.

Ese día llegué tarde a casa, pero fue una lección valiosa. Me hizo comprender el valor del tiempo y la importancia de la responsabilidad. A partir de ese día comencé a valorar más el tiempo y ya no dejé que mi familia se preocupara por mí.

Ejemplo 3: "Llegué a casa tarde esa noche"

En mi ajetreada vida, hay un hobby que amo profundamente y es hacer bolas de masa. Este manjar, lleno de sabor tradicional y calidez familiar, es mi mejor compañero en los momentos de ocio.

Mi amor por hacer dumplings viene de mis recuerdos de infancia. Cada Nochevieja, la casa siempre se llena del aroma de las bolas de masa. Siempre siento mucha envidia cuando veo las hábiles habilidades de mi madre para envolver los rellenos en los envoltorios de bola de masa y darles suavemente formas perfectas.

Cuando crecí, decidí aprender a hacer dumplings y hacer de este manjar tradicional una habilidad en mi vida. Al principio intenté imitar las técnicas de mi madre, pero nunca pude lograr los resultados deseados. Los envoltorios de las bolas de masa se agrietan a menudo, los rellenos son difíciles de sellar y la forma no es la deseada. Pero no me di por vencido. En cambio, practiqué más duro.

Después de un período de práctica y estudio, finalmente dominé las habilidades de hacer bolas de masa. Ahora puedo extender fácilmente envoltorios finos y uniformes de bola de masa, llenarlos hábilmente con varios rellenos deliciosos y luego darles hermosas formas de bola de masa. Cada vez que hago bolas de masa, me inunda una sensación de logro y alegría.

Hacer empanadillas no es sólo una habilidad, sino también una actitud ante la vida y un símbolo de familia. Cada vez que hago dumplings, pienso en la cálida escena de mi familia sentada junta y en el momento feliz de compartir comida deliciosa juntos. Esto me hace sentir extremadamente feliz y satisfecho.

Mi especialidad es hacer dumplings. No solo me enseñó a hacer comida deliciosa, sino que también me enseñó a valorar a mi familia y disfrutar de la vida. Seguiré amando esta artesanía y dejaré que me acompañe en cada momento de ocio.

Ejemplo 4. “Aquella noche llegué tarde a casa”

Ese día, ya había caído la noche, y me apresuré a llegar a casa. Al mirar el paisaje en constante cambio fuera de la ventana, sentí emociones encontradas. Esta vez llegué tarde a casa porque era adicto a una buena serie de televisión y perdí la noción del tiempo.

Cuando abrí la puerta, vi a mi madre sentada en el sofá con cara de preocupación y sosteniendo con fuerza su móvil en la mano. Ella estaba visiblemente aliviada de verme de regreso. De repente me sentí culpable y supe que no debía dejar que mi familia se preocupara por mí.

Caminé hacia mi madre, la abracé suavemente y le pedí disculpas en voz baja: "Lo siento, mamá, olvidé la hora". Mi madre me dio unas palmaditas en la espalda y dijo suavemente: "Está bien". , chico. Mientras puedas darte cuenta de tus errores y corregirlos en el futuro, todo estará bien”.

Esa noche, me di vueltas en la cama, pensando en mi comportamiento de regresar tarde a casa. Entiendo el valor del tiempo y la importancia de la responsabilidad. No sólo somos responsables de nosotros mismos, sino también de nuestras familias. Nuestro comportamiento afecta el estado de ánimo y la vida de nuestra familia.

A partir de ese día comencé a prestar más atención a mi comportamiento y a la gestión del tiempo. Ya no me entrego a series de televisión ni a juegos, sino que organizo mi tiempo adecuadamente para asegurarme de llegar a casa a tiempo. Siempre que quiero darme un capricho, pienso en la mirada preocupada y los ojos expectantes de mi madre ese día, lo que me hace estar más decidido a valorar el tiempo y asumir responsabilidades.

Ese día llegué tarde a casa, pero fue una experiencia cada vez mayor. Me dio una comprensión profunda de la importancia del tiempo y el significado de la responsabilidad. A partir de ese día comencé a trabajar más duro para ser una persona responsable y no dejar que mi familia se preocupara por mí.

Ejemplo 5. "Llegué a casa tarde esa noche"

Estaba oscuro y caminaba solo hacia casa. La tenue luz de la farola iluminaba el camino, pero no podía ocultar la ansiedad y la culpa en mi corazón. Hoy retrasé mi regreso a casa debido a algunos asuntos triviales.

En el momento en que finalmente puse un pie en casa, entendí una verdad: llegar tarde a casa no sólo es una irresponsabilidad con mi familia, sino también conmigo mismo. Sé muy bien que no importa cuál sea el motivo, llegar tarde a casa hará que mi familia se preocupe y se sienta ansiosa por mí.

A partir de ese día comencé a prestar más atención al concepto del tiempo y siempre me recordaba a mí mismo que debía llegar a casa a tiempo. No quiero que mi familia se preocupe más por mí y ya no quiero perderme el buen momento con mi familia.

Ahora, cada vez que llego tarde a casa, pensaré en lo que pasó ese día. Me recuerda que debo valorar el tiempo que tengo con mi familia y no dejar que llegar tarde a casa se convierta en un hábito. Al mismo tiempo, también entiendo la importancia de la responsabilidad. No importa cuándo y dónde estemos, debemos ser responsables de nuestras acciones y no dejar que nuestras familias se preocupen por nosotros.

Ese día llegué tarde a casa, pero fue un momento de despertar. Me hizo comprender el valor del tiempo y la importancia de la responsabilidad. A partir de ese día comencé a valorar más el tiempo y ya no dejé que mi familia se preocupara por mí.