En el cómic "Moralidad y Derecho 1", un anciano le pidió a un joven que le cediese su asiento nada más subir al autobús, y le dijo plausiblemente: "Los jóvenes tienen la obligación moral de ceder sus asientos. Usted debe tomar la iniciativa de ceder su asiento." Y el joven dijo: "La ley me da derecho a sentarme, así que no me pueden obligar a ceder". ¿Qué está bien y qué está mal? Creo que sólo cuando "ley" y "moralidad" vayan de la mano podremos construir una sociedad armoniosa.
La relación entre el derecho y la moralidad es un tema eterno, y los filósofos y sabios nacionales y extranjeros de los tiempos antiguos y modernos están tratando de dar respuestas. La historia y la realidad nos dicen que es imposible trazar una línea clara entre derecho y moralidad. Se complementan, se promueven y desempeñan un papel insustituible.
La moral no puede secuestrar la ley. Ceder tu asiento en el transporte público es una virtud, pero virtud no es igual a obligación. En otras palabras, los individuos no tienen la obligación de ceder sus escaños a otros y no existen leyes o regulaciones que obliguen a los ciudadanos a ceder sus escaños. Todo pasajero que compre un billete tiene prioridad en el uso de un asiento. Además, en realidad es difícil determinar quién necesita más este puesto. Por ejemplo, a veces algunas personas parecen jóvenes y fuertes, pero ocasionalmente experimentan malestar físico. Quizás necesiten más asientos en este momento. Por lo tanto, a falta de disposiciones legales claras, ceder el escaño es voluntario y no puede ser un secuestro moral. El anciano parte de sí mismo, advierte a los jóvenes con normas morales y les pide que cedan sus asientos. Su comportamiento en sí es un secuestro moral.
Como todos sabemos, ceder tu asiento no es una obligación legal, pero sí es sin duda una manifestación de virtud. Dar el cuidado más sincero a los ancianos en un autobús lleno de gente se debe a la propia cultivación y bondad, y también es el progreso de la civilización de la sociedad. Por otro lado, ignorar las leyes y normas no conducirá a la justicia institucional. Esto es similar a la tragedia anterior del accidente de un autobús en Chongqing en el río: un pasajero impulsivo tuvo una feroz disputa con un conductor que no cooperaba, lo que condujo directamente a la muerte. de 13 pasajeros. ¿No es suficientemente seria la lección de este incidente?
El sano funcionamiento de la sociedad es inseparable del derecho y de la moral. Utilizar la autoridad legal y la coerción para regular el comportamiento de los miembros sociales, y utilizar la persuasión moral y el carisma para mejorar su comprensión ideológica y conciencia moral. Se puede decir que el derecho es garantía de la moralidad y la moralidad es el fundamento del derecho. Los dos se complementan y promueven mutuamente.
El filósofo Kant dijo: "Sólo hay dos cosas en el mundo que pueden conmocionar profundamente nuestros corazones. Una es el brillante cielo estrellado sobre nuestras cabezas y la otra es la elevada ley moral en nuestros corazones. "Quiero decir que la moral y la ley nunca distinguen entre hombres, mujeres, viejos y jóvenes. Una sociedad civilizada y armoniosa requiere el esfuerzo conjunto de todos para crearla.
Sobre la moralidad y la ley 2 Lincoln dijo una vez: "La ley es moralidad revelada, y la moralidad es ley oculta". Esta frase nos dice que la ley y la moralidad son indispensables y complementarias entre sí.
Desde la antigüedad hasta el presente, no existe moralidad eterna ni ley eterna en el mundo. Las leyes y la ética cambian y mejoran constantemente. El marxismo cree que el derecho y la moralidad son diferentes y están relacionados.
El arqueólogo Wilson registró una experiencia tan personal en su diario de viajes por el mundo.
En una tribu primitiva de África, la gente de la tribu descubrió que a menudo robaban cosas, por lo que el líder de la tribu convocó una reunión de toda la tribu: "Para que podamos continuar manteniendo una paz y una vida armoniosa, yo, como todos. El líder de la tribu ordenó que una vez que atraparan al ladrón, sería castigado con 20 latigazos según las reglas tribales."
Sin embargo, el ladrón aún insistió en ir a su a su manera y no escuchó los consejos. El patriarca aun así convocó una reunión para advertirle, pero el ladrón siguió robando. El patriarca no pudo soportarlo más y celebró una tercera reunión, diciendo: "Una vez que atrapen al ladrón, lo azotarán 40 veces".
Un día, alguien informó que habían atrapado al ladrón. La noticia se difundió y la gente acudió a la plaza para ver quién era el ladrón. Cuando todos vieron al ladrón, nadie pensó que el ladrón resultó ser la anciana madre del patriarca. Pero el patriarca cumplió su promesa y la azotó 40 veces en lugar de su madre.
Y este incidente nos dice que el público es desinteresado y la justicia es imparcial.
El patriarca no sólo cumplía la ley, sino que también cumplía la moralidad de una persona, cumplía con su propia responsabilidad y piedad filial hacia su madre. Por tanto, derecho y moral son inseparables.
Si un país tiene leyes pero no moral, entonces el gobernante de ese país debe ser un tirano. Por ejemplo, Qin Shihuang del estado de Qin hizo que la gente se sintiera miserable debido a su gobierno autocrático. Si sólo existe moralidad, entonces se pueden imaginar las consecuencias.
Por tanto, el derecho y la moral no pueden separarse y deben cooperar entre sí. Entonces el país podrá prosperar y perdurar. Como miembros de la nación china, debemos respetar la ley, promover la ética social y transmitir energía positiva.
La moralidad está en nuestros corazones y la ley nos rodea. Puedo obedecer la ley y comportarme éticamente.