Una vez te amé: el amor, tal vez
no ha muerto del todo en mi corazón;
Espero que no te moleste más;
Ya no quiero ponerte triste.
Una vez te amé silenciosa y desesperadamente,
Soporté tanto la timidez como los celos.
Una vez lo hice, Habiéndote amado tan verdaderamente y con tanta ternura,
Que Dios te bendiga y que otra persona te ame tanto como yo.
Este poema está dedicado a Anna Alexeyevna Olenina (1808-1888). Olenina (nombre real Anita) es hija del decano de la Academia de Bellas Artes, del bibliotecario de la Biblioteca del Príncipe de Petersburgo y del arqueólogo Olenin.