Es muy necesario educar a los niños sobre la frustración, pero no es lo mismo educar sobre la frustración que golpear, maldecir, insultar o incluso abusar de los niños. Los dos son muy diferentes, y también lo son los resultados. Abusar e insultar a los niños desde una edad temprana y tratarlos de manera cruel es perjudicial y dejará un trauma o incluso una sombra en la mente del niño, afectando su crecimiento físico y mental saludable.
1. Falta extrema de seguridad.
Si los padres abusan, abusan, torturan y son crueles desde una edad temprana en el proceso de educación de sus hijos, fácilmente puede hacer que los niños se sientan inseguros. Los padres son las personas más cercanas y de confianza para sus hijos, pero los padres siempre tratan a sus hijos de una manera cruel, lo que les dará una impresión equivocada. Nadie puede creerlo y nadie puede creerlo. Son extremadamente inseguros y sucumbirán a Nono, tímidos y temerosos e inseguros hacia cualquiera. El trauma causado por el origen familiar es difícil de curar.
2. La psicología se distorsiona fácilmente.
Mis métodos de educación han sido diferentes a los demás desde que era niño. Tener que soportar todo tipo de abusos e incluso torturas por parte de los padres a una edad temprana no sólo afecta el desarrollo de la salud física y mental del niño, sino que también distorsiona el pensamiento y la perspectiva del niño, distorsionando aún más su corazón. Es muy posible convertirse en un bicho raro pervertido a los ojos de las personas debido a algunos defectos psicológicos.
3. Malhumorado y violento.
Si los niños son educados de manera incorrecta durante mucho tiempo, su visión de la vida se distorsionará. Los padres son los mejores maestros de sus hijos y, a menudo, utilizan palizas y regaños para educar a sus hijos. Los niños aprenderán naturalmente como sus padres y serán irritables, violentos e incluso antipersonales. Transmitirán las desgracias de su infancia a la sociedad y se vengarán de la sociedad y la humanidad. Además, afectará a su próxima generación, o incluso a varias generaciones. Este impacto es profundo y de largo plazo, y las consecuencias son inimaginables.
Como padre, si quieres cultivar la capacidad de tus hijos para soportar el estrés y adaptarse mejor a la sociedad, es muy necesario educar a tus hijos sobre las frustraciones y potenciar su resistencia psicológica y su capacidad de adaptación al entorno. .