Fue la policía primero.
Somos libres, libres y sin restricciones.
Vamos más allá en los coches más potentes.
No pagamos el coche.
Podemos ir a donde queramos, donde queramos y tan rápido como queramos.
Puedes llamarnos matones, pero en el fondo sabes que nos necesitas.
Somos la ley. No se pueden atrapar demonios con ángeles.
No estamos atados, somos libres, libres.
Lo llevamos al límite con nuestros coches más potentes.
El valor de esos coches es inconmensurable.
Podremos ir a donde queramos en cualquier momento y a cualquier velocidad.
Puedes llamarnos matones, pero en el fondo, ya sabes, nos necesitas.
Nosotros somos la ley, no se puede dejar que los ángeles atrapen demonios.
El siguiente paso es el conductor.
Yo no soy tú.
Yo soy la vida que temes vivir.
Te quedaste dormido. Me desperté.
Soy el reality show, el catalizador, los 15 minutos que nunca tendrás.
¿Quieres saber por qué hago esto?
Quiero saber por qué no haces esto.
Yo no soy tú.
Nunca te atreverías a hacer lo que hago.
Aún estás durmiendo. Me desperté.
Durante 15 minutos, actué como un catalizador y di una actuación real que nunca podrás imitar.
¿Quieres saber por qué hago esto?
No entiendo por qué no lo haces.
Lo que sigue es un diálogo intercalado, con lo que dijo el conductor entre paréntesis y lo que dijo la policía fuera de paréntesis.
Somos el fin de tu libertad (puedo correr).
Somos la sombra de la que no puedes escapar (nunca pararé).
Te cazaremos (nunca me atraparás).
No pararemos (me harás famoso).
Estamos en todas partes (fallarás).
Te venceremos (tú eres mi desafío).
Tú eres nuestro enemigo (eres nuestro objetivo).
Tú eres mi oponente.
Somos el fin de tu libertad. (Correré.)
Somos una sombra enorme de la que no puedes escapar. (Nunca pararé)
Te perseguiremos hasta arrestarte. (Nunca me atraparás)
No pararemos. (Me hará famoso).
Estamos en todas partes. (Estás condenado)
Te derrotaremos. (Eres un desafío en el mejor de los casos)
Eres nuestro enemigo. (Tú eres nuestro objetivo)
Eres mi viejo enemigo.