¡Hola! Es otro junio dorado, acompañado de viento cálido, pleno de seis años de cosecha. Una semana después, nos despediremos de los profesores que han trabajado duro para cultivarnos, abandonaremos el campus donde hemos estudiado durante seis años, finalizaremos nuestra vida de estudio en la escuela primaria y nos embarcaremos en un nuevo viaje de aprendizaje en la escuela secundaria.
Mirando los pañuelos rojos en nuestros pechos y las caras sonrientes y felices de nuestros compañeros de clase, nuestros padres y nosotros estamos profundamente agradecidos con la Escuela Primaria Weiguo, la cuna que nutre nuestro crecimiento. Estoy profundamente agradecido con los maestros; por su arduo trabajo los jardineros de nuestro país han regado el corazón de nuestras plántulas con el néctar del conocimiento.
Seis años son largos y cortos; seis años de estudio y de vida con el maestro son como escenas ante mis ojos. Lo más inolvidable es frente al pizarrón, la voz fuerte del maestro y las expresiones faciales familiares. Lo más inolvidable es en la clase después de la escuela, el maestro les da lecciones adicionales a los estudiantes, y los ojos y los números nunca se cansan de ello; lo más inolvidable es que el director y el director se sientan. Escuchar las clases en nuestro aula nos trajo tanta calidez y alegría lo más inolvidable fue que los profesores y alumnos se entretuvieron durante la reunión de clase, y los cantos y las risas hicieron eco; sobre el aula.
En los últimos seis años, los profesores no sólo nos han enseñado el conocimiento de los libros, sino más importante aún, nos han enseñado cómo ser seres humanos con su lealtad a la educación y su persistente profesionalismo.
Fue la escuela primaria Weiguo la que me dio todo lo que tengo hoy. Cuando termine el examen de graduación la próxima semana, nos despediremos de nuestra alma mater. Estamos listos. Tomaremos el examen con calma y usaremos una hoja de respuestas satisfactoria para recompensar a los profesores que han dedicado todo su esfuerzo y sudor por nosotros. En el futuro, no importa a dónde vayamos, no importa lo que estemos haciendo, nunca olvidaremos la formación y la educación que nuestra alma mater nos ha brindado en los últimos seis años. Siempre somos gente patriótica. Debemos estar a la altura de las expectativas de nuestra alma mater, estudiar mucho, dominar más conocimientos y habilidades, ir a trabajar en el futuro y convertirnos en talentos útiles para el país y el pueblo.
Finalmente, permítanme, en nombre de todos los graduados de sexto grado de la escuela primaria Weiguo, mostrar el mayor respeto a los respetados líderes y maestros de la escuela.
¡Les deseo a los profesores buena salud y a los estudiantes un feliz crecimiento!
¡Le deseo a nuestra alma mater una carrera próspera y más brillante!