Vi un rayo de sol cuando estaba escribiendo la muestra de composición china para el examen de ingreso a la escuela secundaria de Chongqing.

En una mañana de verano, el sol ardía y el aire estaba lleno de tensión. El entrenamiento físico comienza de nuevo. Habitualmente me retiraba al fondo de la multitud y me escondía en ese sueño. El viento del verano pasó a mi lado y tocó una canción de miedo. Mirando el amarillo brillante en el horizonte, me ardieron los ojos. Me senté en un rincón, frotándome el dolor, mi boca estaba un poco amarga y la frustración me fue tragando poco a poco. Resulta que solo soy una persona que irrumpió en este mundo por error y en este escenario se rieron de mí como un payaso.

La multitud empezó a correr y yo la seguí lentamente. Una vuelta, dos vueltas, tres vueltas, mis pasos son cada vez más pesados, mi respiración se acelera cada vez más, mi sudor es como un pilluelo juguetón, deslizándose por mi frente en el tobogán, pero no tengo intención de limpiarlo. . Sudor. Poco a poco, todos me superaron, el pánico se tejió en una densa red que cubría mi cielo, mientras el cansancio disminuía, sin dejarme espacio para resistir. Me duele el corazón, ¿así que no te rindas? De repente, miré hacia arriba y vi la luz del sol brillando sobre un punto brillante en la pista de plástico. La luz cayó sobre mi corazón y de repente me desperté. ¿Por qué no puedo darme confianza? Las comisuras de su boca limpiaron la amargura y formaron un arco en forma de media luna. Tomé medidas seguras y me negué obstinadamente a rendirme. El viento silbaba y zumbaba en mis oídos, llevándose el miedo y la vacilación de mi corazón. Cuando corría contra el viento, me sentía tan lúcido y cómodo como nunca antes, y ya no me sentía solo ante los contratiempos. En el momento en que corrí hacia la línea de meta, el sueño que una vez tuve se dispersó detrás de mí. Comencé a abrir la ventana de mi alma, polvorienta durante mucho tiempo, y a darme un rayo de sol.

Poco a poco fui comprendiendo que el sol siempre ha estado conmigo y siempre he bloqueado el sol fuera de la ventana. Al otro lado de la ventana hay una ciudad soleada.

Cuando aún era joven, perseguía el sol y corría en dirección opuesta, aferrándome a la esperanza y dándome confianza.

ooter>