La segunda etapa: principios del siglo XVIII, concretamente 1714-1760, cuando algunos Whigs monopolizaron el poder e implementaron una oligarquía. En ese momento aparecieron algunos partidos de oposición. Sin embargo, la organización de la oposición es compleja y carece de líderes populares.
La tercera etapa: En los primeros días del reinado de Jorge III, el partido Whig se dividió en cuatro facciones: Newcastle, Temple, Granger y Bloomsbury. Había una "oposición organizada": los rockinghamistas.
La cuarta etapa: a finales del siglo XVIII, estalló la Revolución Francesa y el Partido Whig se dividió, lo que resultó en que el Partido Conservador tomara una posición dominante y resultara en el gobierno oligárquico del Partido Conservador durante décadas.
La quinta etapa: a principios del siglo XIX, se fortalecieron las organizaciones de los partidos políticos y se formó el sistema de control.
En este proceso de desarrollo, los partidos políticos británicos han mostrado cuatro características:
1. Restricciones, es decir, todos los partidos políticos están activos principalmente en el parlamento;
2. dispersión. Se caracteriza por numerosos partidos y facciones políticas.
3. Discontinuidad, o discontinuidad. La división y reorganización de los partidos políticos resultó en la ausencia de dos líneas de desarrollo paralelas consistentes para los partidos políticos durante este período;
4. Las fiestas desaparecen o cambian de tamaño con frecuencia. Pero es innegable que durante este período, las organizaciones partidistas también mostraron una tendencia de cerradas a abiertas, de descentralizadas a centralizadas, de intermitentes a continuas y de inestables a estables.