¿Quién puede traducirmelo? Inglés

Helen Monson siempre estuvo dispuesta a ayudar a su comunidad. Su primera experiencia como voluntaria fue con la Cruz Roja Estadounidense cuando aún estaba en la escuela secundaria. Mientras trabajaba como maestra de escuela, también encontró tiempo para ser voluntaria. Un año organizó un Súper Sábado para los niños de la comunidad. También es voluntaria anualmente en el Mint Arts Festival. Un verano trabajó en comida, otro año organizó un proyecto de arte.

Tras jubilarse, comenzó a trabajar como voluntaria para ayudar a personas mayores. Su padre es mayor y no puede ver su pasado, lo que la entristece porque a él siempre le ha gustado leer. Pensó que sería divertido leerles a los ancianos de la comunidad. También ayudó a una mujer a escribir su historia. Ann tiene casi 100 años. Visitó a Helen mientras escribía sobre su vida. Ella tomó la información y la publicó en un libro. Ann está muy emocionada de compartir su vida con sus hijos y nietos.

Después de que un huracán devastara ciudades en el sur, Helen se ofreció como voluntaria en la Cruz Roja Estadounidense. Prepara comida y contesta teléfonos en el centro de salud. Dijo: "Siempre me ha gustado la Cruz Roja porque ayuda a las personas necesitadas".

Un día, Helen vio en el periódico que los refugiados necesitaban aprender inglés. Ahora conoce a Sahara, una mujer somalí de 38 años, una vez por semana. Sahara vive y trabaja a unos 30 minutos a pie de la residencia de Helen. Trabajan las habilidades de lectura y escritura. Helen le dio a Sahara una cámara y le pidió que tomara fotografías de su vida diaria. Tomó fotografías y les preguntó sobre el Sahara. Al final, escribieron un libro junto con las fotografías del libro. Esto ayuda a Sahara a aprender muchas palabras nuevas en la vida diaria.

Helen dijo: "El trabajo voluntario más gratificante es el de las personas que se hacen amigos y me ayudan. Ellos enriquecen mi vida y yo enriquezco la de ellos".