El negocio no necesariamente es autónomo.
Una empresa comercial puede ser una empresa unipersonal o una empresa corporativa. Si una empresa comercial está financiada y operada por un individuo y es una empresa unipersonal, se clasifica como autónomo. Si una empresa comercial está financiada conjuntamente por dos o más accionistas y es una empresa corporativa, no es un trabajador autónomo. Por lo tanto, no podemos decir simplemente que las empresas comerciales trabajan por cuenta propia. La situación específica debe juzgarse en función de la forma comercial real de la empresa.