La intoxicación por alcohol provoca cáncer oral, cáncer de esófago, cáncer de laringe, cirrosis y cáncer de hígado, provocando muchas muertes.
La intoxicación por alcohol puede provocar depresión, locura, diabetes, impotencia, etc. El licor casero es aún más dañino y en ocasiones causa ceguera o incluso la muerte. El alcoholismo es más perjudicial para las personas vulnerables, como los hambrientos, los jóvenes y las mujeres embarazadas.
El daño de beber depende de la forma en que se bebe (beber con las comidas, beber en días festivos, beber los fines de semana, beber fuera de las comidas) y la cantidad de bebida. El consumo de alcohol se divide en dos categorías según los daños que causa: el consumo de alcohol que causa problemas sociales, familiares, legales, laborales y de salud se denomina "consumo de alto riesgo" y el consumo de alcohol que no causa estos problemas se denomina "consumo de bajo riesgo". "