Sin dudar, ¿cómo puede haber una esperanza más brillante?
Sin dedicación, ¿cómo no puede haber arrepentimientos en la vida?
Sin compromiso, ¿cómo puede haber calidez y fuerza?
Sostenemos el amanecer en nuestras manos y entregamos sueños brillantes.
El camino bajo mis pies lleva a la distancia. Por tu promesa, nunca me rendiré.
Sostenemos el amanecer en nuestras manos y juntos describimos sueños coloridos.
No lo dudes, déjame acompañarte hasta que pase la noche y aparezca el hermoso amanecer. . .
——Carina Chang, en casa, martes 4 de septiembre de 2012.