Proteger el hígado es muy importante para que podamos mantener un cuerpo sano.
En la vida diaria primero debemos mantener una dieta equilibrada. Las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales de los alimentos deben estar en las proporciones adecuadas, y comer la menor cantidad de comida picante posible. Vale la pena señalar especialmente que beber en exceso es perjudicial para el hígado, porque el hígado necesita descomponer el alcohol y la energía del hígado para metabolizar el alcohol es limitada, especialmente en personas con daño hepático o hígado graso. Si beben mucho alcohol, el daño al hígado es enorme.
En segundo lugar, si quieres un hígado fuerte, debes aprender a controlar tu ira. Incluso si estás enojado, este no debe durar más de tres minutos. Debes hacer todo lo posible por estar tranquilo, optimista y sin preocupaciones, para que el fuego del hígado pueda extinguirse y el qi del hígado pueda crecer normal y suavemente. Si te enojas con frecuencia, definitivamente dañarás el qi de tu hígado.
En tercer lugar, el ejercicio también es muy beneficioso para nutrir y proteger el hígado. Porque el ejercicio puede prevenir el hígado graso y consumir el exceso de grasa en el cuerpo. Las personas que ya padecen hígado graso deben insistir especialmente en el ejercicio físico y realizar algún ejercicio aeróbico adecuado, como trotar, caminar a paso ligero y andar en bicicleta. Estos ejercicios pueden quemar calorías en el cuerpo, controlar el aumento de peso y proteger el hígado eliminando el hígado graso.
(Texto/Médico jefe Luo del Segundo Hospital Afiliado de la Universidad de Zhengzhou)
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