Mil personas pueden dar diez mil respuestas a esta pregunta. Pero no importa cuál sea su respuesta, debe ser lo que quiere. Es debido a esta distancia que la gente se siente motivada a tener éxito. Fue gracias al deseo de Colón que se conquistó la gran distancia entre Europa y América. Fue precisamente por el deseo de Armstrong que se conectó la distancia entre la Tierra y la Luna. En los días que se acercan el examen de ingreso a la escuela secundaria y la candidatura olímpica, las tarjetas de tiempo, grandes y pequeñas, nos recuerdan que la distancia se está acercando. ¿Por qué nos da presión, motivación y pasión? No es la distancia, no es nuestra impaciencia, sino nuestro deseo de éxito detrás de la distancia.
Los ancianos sentados en mecedoras, sosteniendo abanicos de paja, lamentaban aquellos años, que era su anhelo de juventud. Los pacientes se acuestan en la cama, sostienen té caliente y reciben la brillante luz del sol, que es su deseo de salud. Nos sentamos en esta clase, sosteniendo libros de texto, leyendo y estudiando, solo para reducir la distancia con nuestras metas.
Nuestras respuestas son todas diferentes, pero cada una tiene sus propios motivos. En la antigüedad, existía una especie de amor llamado "Yo vivo en la cabecera del río Yangtze y tú vives al final del río Yangtze". Hay una especie de nostalgia de "yo estoy aquí, el continente está allá". Para mí ahora el camino más lejano es convertirme en biólogo. Este era mi sueño de infancia y nunca me rendí. Dicho esto, no puedo evitar suspirar: las personas siempre utilizan sus amplios conocimientos para modificar sus objetivos porque sienten que no pueden alcanzar esa distancia. Cuando era joven, todos querían ser científicos y todos querían ir a la Universidad de Tsinghua y a la Universidad de Pekín, pero ¿cuántos de ellos persistieron? De hecho, no existe una distancia más lejana. No te asustes. La meta está muy cerca y muy lejos, pero creo firmemente que está muy cerca.
El camino a lo lejos está cubierto de ladrillos trabajadores. Como generación más joven, tenemos abundante fuerza física, mentes flexibles, sudor y perseverancia sin fin. La mayor distancia, tal vez... ¡está a tus pies!